Comenzamos la etapa descendiendo junto a la vaguada de la rambla de La Argongeña. Pasamos la casa de Pengue y la de Librados y cruzamos al margen opuesto de la rambla. En 300 metros tomamos un carril a la izquierda y seguimos. Pasamos una pequeña collada y caminamos por la ladera de solana con una profunda barrancada a nuestra derecha.
En el kilómetro 3 desembocamos en una pista que seguimos a la derecha. Veremos un pequeño atajo señalizado con marcas en una curva. Pero es tan corto y la señalética tan mala, que mejor es no salirse del camino. En el kilómetro 4,5 tomamos un camino a la izquierda y, 400 metros más adelante, seguimos por un carril a la derecha para descender. Cruzamos la vaguada del barranco del Rucial y, en el kilómetro 6,6, salimos a un camino ancho que seguimos a la izquierda. Ignoramos los desvíos y seguimos de frente en un cruce hasta llegar a la rambla de La Molinera. Continuamos de frente y atravesamos la rambla antes de adentrarnos en un bosque de pinos. Llegamos a una bifurcación y tomamos el ramal izquierdo. Entramos en el lecho del barranco y avanzamos por él para, al poco, salir. Lo vadeamos 4 veces más.
En el kilómetro 11,1 salimos a un camino que tomamos de frente y continuamos junto al barranco mientras ascendemos sobre la cresta alomada por el camino de La Fuente del Carril. Ignoramos todos los desvíos hasta llegar al alto de la Loma de la Mojonera. Ahí desembocamos en un cortafuegos que tomamos a la derecha por el camino de servicio. En una bifurcación seguimos por el ramal izquierdo y damos con el paraje del Prado de Los Carreteros.
En una nueva bifurcación seguimos a la derecha. Avanzamos y rechazamos los desvíos en nuestro descenso hasta que, e el kilómetro 19,5, llegamos a una trifurcación. Continuamos por el ramal del centro. Rechazamos los desvíos que nos salen y descendemos por un bosque de pinos hasta llegar al cauce del Río Grande, donde termina la etapa.