Salimos por pista asfaltada y, en 460 metros, tomamos un carril a la derecha. Ignoramos una trocha y descendemos. Pasamos el mas del Bravo, que dejamos a la izquierda, y entramos en un camino jalonado por cipreses. Rebasamos una chopera y nos adentramos en el lecho del barranco de las Clochas. Continuamos por una senda de mulas a la izquierda y dado el imposible tránsito por el camino original, en el kilómetro 1,9 tomamos un PR para seguir avanzando con el barranco a nuestra izquierda. En 400 metros tomamos una senda a a derecha y, 400 metros, más adelante salimos a un carril. Lo seguimos a la derecha y nos despedimos del PR. Cruzamos la vaguada del barranco y, poco después, ignoramos una senda a la derecha que es por donde se supone debíamos de venir, y ascendemos. Se nos junta otra barrancada. Aquí las marcas no son de fiar. Mejor ascender por el carril 700 metros más y bajamos al lecho de una vaguada y ascender por el frente. ¡Ojo! El rastro es muy difícil. También podemos continuar y cruzar la vaguada más adelante.
En un campo de almendros encontramos un hito de piedras muy grande. Desde ahí seguimos de frente entre dos pinos y desembocamos en un carril. En el kilómetro 4,9 salimos a un camino que tomamos a la izquierda. En 150 metros ignoramos un desvío y descendemos. Cruzamos un bancal y desembocamos en una senda que tomamos a la izquierda. Pasamos el mas de Bielsa, que dejamos a la derecha, y continuamos por una trocha en dirección a una gran carrasca. De ahí continuamos por un carril abandonado. En una bifurcación tomamos el ramal izquierdo. 500 metros después salimos a una pista forestal y la seguimos a la izquierda. En una nueva bifrucación avanzamos por el ramal derecho. Caminamos 300 metros y continuamos por un cortafuegos a la derecha. Más adelante salimos a la plataforma del tren minero de Ojos Negros. Seguimos por su vía verde unos metros y tomamos una pista al frente que, en seguida, abandonamos por un senderillo que nos lleva a la carretera. Cruzamos el asfalto y seguimos por un carril de frente. Descendemos y atravesamos las vías del tren bajo un puente. Encontramos una bifurcación continuamos por el ramal derecho y pronto tomamos una pista a la derecha. Atravesamos una carretera y seguimos por el camino de en frente.
En el kilómetro 8,6 pasamos el apeadero de Masadas Blancas. 500 metros después llegamos a una pista asfaltada que seguimos a la derecha. Avanzamos e ignoramos algunos desvíos mientras ascendemos. Cuando en una pronunciada curva se junta de nuevo la línea del ferrocarril continuamos el camino, pasamos sobre el túnel y nos adentramos en un bosque de pinos. Pasamos un cortafuegos y avanzamos ignorando los desvíos. Entramos en la plataforma de la vía verde y la seguimos a la derecha durante casi 700 metros, antes de tomar una pista a la izquierda. 2 km después abandonamos definitivamente la vía verde en un giro a la izquierda. Cruzamos la vía férrea y ascendemos por la ladera al frente, hasta desembocar en el paraje de Los Quemados, desde donde continuamos por un camino asfaltado a la izquierda. En el kilómetro 17 tomamos una pista a la derecha e ignoramos los desvíos durante 800 metros. En una bifurcación continuamos por el ramal derecho y avanzamos entre campos de almendros. En dos bifurcaciones más seguimos por el que veníamos y, en el kilómetro 19, cogemos un carril a la derecha con pendiente pronunciada. En el alto continuamos por una trocha a la izquierda. 700 metros después salimos a un camino que seguimos a la izquierda. Ignoramos los desvíos y, en el kilómetro 20,9, en la partida del cerro Conejos, tomamos un carril a la derecha para descender 600 metros. Desembocamos en otro camino y lo seguimos de frente. En seguida llegamos a la carretera. Continuamos por ella a la derecha, cruzamos el puente sobre Palancia y seguimos por un carril a la derecha que abandonamos en seguida por una senda a la izquierda. Ascendemos hacia un viejo acueducto romano, atravesamos la carretera y llegamos al acueducto, donde finaliza la etapa.