En dirección oeste, el GR 14 abandona la localidad de Pereluela para salir por la Calzada Mirandesa, camino que en su inicio es ancho y de buen firme pero que más adelante se vuelve estrecho y algo irregular. Así, el sendero cruza el regato de los Pozarones para avanzar entre tierras de labor y llegar, más adelante, a una bifurcación. Por el camino de la izquierda, el sendero prosigue su marcha por la Calzada Mirandesa mientras comienza a verse afloramientos rocosos y encinas dispersas.
El sendero cruza la ribera de Sobradillo de Palomares por el Puente de los Urrietas antes de internarse en la dehesa de la Viñuela. Entonces, entre pastizal y matorral, el camino continúa serpenteando después entre berruecos y carrascas y encontrando numerosos muros de piedra antes de pasar cerca de la localidad de Arcillo.
De nuevo por la Calzada Mirandesa, el GR 14 comienza el tramo que va desde Arcillo a las Casas de la Albañeza, una distancia de 6,3 kilómetros. El sendero asciende a una pequeña loma para descender después hasta la rivera de Fadoncino, la cual cruzamos por el Puente de la Albañeza para, de nuevo, ascender y observar así la presencia de rebollos en el camino.
Desde las Casas de la Albañeza, el camino avanza por la dehesa de la Albañeza encontrando fincas de explotación de ganado vacuno y porcino. Más adelante, encontramos una llamativa cruz de piedra que nos anuncia la proximidad a Abelón, pueblo que recorremos para salir después por una zona de extensos pastizales delimitados por paredes de piedra. El sendero cruza la carretera y sigue entre encinas, frescos y escobas hasta el Puente del Puerto, donde comienza la etapa 21.
El último tramo de esta etapa deja atrás un encinas y se adentra en fincas de labor antes de terminar su recorrido en Moral de Sagayo, parada final de esta etapa 20 del GR 14.