Desde el pueblo de Olesa de Bonesvalls, el GR5 busca una pista forestal para abandonar la localidad al tiempo que pasa junto a una finca de gran tamaño. De este modo, nos dirigimos a las sierras del Ordal mientras la pista se llena de piedras y vamos dejando abajo las vistas de Olesa y el macizo de Garraf. Poco después, alcanzamos el coll de Bocs, donde enlazamos con una pista ancha que hay a la derecha de los árboles. Al fondo, encontramos ahora el pueblo de Ordal, donde llegamos a medio trayecto de la etapa aunque, sin entrar en él, pasamos por las afueras de su parte baja.
El sendero llega a un cruce con la carretera nacional N340, a unos 600 metros del pueblo, y pasamos al otro lado del asfalto. Una vez allí, seguimos avanzando para encontrar Can Parellada, con una fuente, y continuar viendo en el paisaje varias plantaciones de viñedos. Caminamos ahora por la conocida como “Ruta del Vino” y, por pista forestal, nos adentramos en el bosque para comenzar a ascender de manera constante hasta casi dar con la coma del Montcau. Un tramo algo pesado en determinados momentos.
Una vez arriba, el sendero empieza a bajar de manera fuerte hacia el pueblo por un camino pedregoso que complica el descenso. Así, alcanza Can Ginebrea, con la Font Freda en su entorno, y Can Tomillo, continuando hasta entrar en Gelida. Aquí, llegamos después de un tramo por paisaje de casas, cultivos, balsas y caminos, finalizando en el pueblo el recorrido de esta etapa 2 del GR5