El pasado fin de semana, con la excusa de visitar el GR 223 Camí de Cavalls, me llevé mi reciente adquisición: un camping gas que se tilda de ecológico y más eficiente que el camping gas tradicional. Hablo de Biolite, un pequeño hornillo alimentado por ramas que sustituye al camping gas tradicional de propano/gasolina/alcohol. Os voy a describir en breve, cómo ha sido mi primera toma de contacto con este camping gas.
Lo primero que hice fue, antes de salir, recargar la batería que utiliza dicho camping gas para alimentar un ventilador que es el que en teoría aumenta las llamas o las disminuye, lo que determina el grado de intensidad de calor quieres utilizar. En un camping gas de butano sería la rueda que decide si pasa más o menos gas.
La primera toma de contacto fue un poco difícil, ya que en el GR 223 la mayor parte de las ramas estaban húmedas por el rocío y el mar, así que costó un poco que arrancara el fuego. Como las ramas estaban mojadas se originó bastante humo, tal y como se advierte en las instrucciones y, claro, en caso de estar en medio del monte puede originar alguna visita del Seprona.
Una vez que las llamas se lanzaron dispusimos el cazo de aluminio para calentar nuestra sopa con «estrellitas». Llegar al punto de ebullición nos costó bastante, y tuvimos que añadir más ramas durante el proceso, lo cual se hizo un poco molesto ya que, con el humo, no se veía mucho y al acercarte te lo tragabas. Al final hicimos la sopa sin llegar al punto de ebullición, y tardamos bastante más de lo habitual comparado con un camping gas de propano. Dejamos toda la noche enfriando las cenizas para no provocar un incendio, y nos fuimos a dormir con nuestro olor a humo característico de las chimeneas.
Al día siguiente, nos pusimos en marcha otra vez con el hornillo; vaciamos la ceniza antigua, y nos preparamos para hervir algo de agua para hacer nuestro té mañanero. La cosa fue más rápida, y no conseguimos llegar a hervir el agua (estaba difícil, pues durante la noche hubo mucha humedad). Así que hicimos un poco de «indios», con nuestras señales de humo, y calentamos el agua para hacer nuestro té.
La experiencia fue algo mejor y más rápida que el día anterior. Después de tomar el té mientras se enfriaban las cenizas, nos pusimos a recoger nuestro «tenderete». Una vez estaba ya todo empaquetado vaciamos las cenizas en lugar seguro, las rociamos con agua para asegurar que no quedaban brasas, y nos fuimos; no sin antes limpiar la cacerola, que en su base estaba toda negra por las llamas.
Ventajas de Biolite:
– No llevas butano, eliminas un peso y espacio en tu mochila (aunque si comparas lo que ocupa el hornillo + la bombona vs Biolite es casi lo mismo).
– No debes cargar con bombonas vacías.
– Puedes disponer de fuego cuando quieras como quieras.
– Ecológico.
– En el modelo superior puedes recargar el móvil.
– Bastante estable para cocinar.
Desventajas de Biolite:
– Generación de humo, que puede llamar la atención.
– Olor a humo.
– Esperas y gestión de cenizas que pueden provocar incendios.
– No se puede utilizar en avances de tiendas de campaña.
– Tiempo de cocción muy superior al camping gas tradicional.
– Material de cocina queda ennegrecido por el contacto con las llamas.
Y mi conclusiones con:
- En salidas de fin de semana usaré mi camping gas tradicional de propano. Es rápido, es sencillo, y no me genera problemas.
- En salidas de GR de semanas utilizaré Biolite, y me evita preocuparme de si encontraré bombonas/ferreterías por el camino en caso de quedarme a cero.
Uffff yo me declino por el gas.
Jajajaaaaa……