Abordar un GR no es tarea fácil. Desde el gerrerista consumado al ocasional peregrino del Camino de Santiago, todo el que ha emprendido un sendero de gran recorrido lo sabe. No son pocos los artículos en páginas web y topoguías donde se realizan recomendaciones para evitar que la travesía se convierta en un suplicio. Ya sea en vivac o por la ‘vía acomodada’ (en casas rurales y hoteles), asestarle a nuestras piernas más de 50 kilómetros en varios días consecutivos requiere unas mínimas nociones y preparación.
Del mismo modo que Usain Bolt no nació corriendo y tuvo primero que comenzar pasito a pasito, un senderista debe tener en cuenta que, iniciarse en la actividad cascándose el GR-11, es la mejor manera de aborrecer el senderismo para lo que le quede de vida. Para esos pinitos iniciales están los caminos de pequeño recorrido (PR). Y para no atragantarse con exigentes senderos, como el Pirenaico antes mencionado, hay otros GR más asequibles, por desnivel y longitud.
No obstante hay gente para la que hacer un GR es una experiencia muy atractiva pero al mismo tiempo infunde mucho respeto. Gente conocedora en muchos casos de que la señalética no es muy fiable, así como de sus limitaciones de orientación. El temor a perderse, a no ser capaz de resistir, o a sufrir un percance, entre otras razones, provoca que muchos GR se queden sin ser caminados.
SenderosGR pone ahora a disposición de los senderistas la posibilidad de realizar estos caminos con un guía de alta montaña cualificado. ¿En solitario? ¿En grupo? Nos adaptamos a tus necesidades. Nuestro objetivo es que tu inexperiencia o el temor a desorientarte por la montaña, no sean una limitación para incorporar a tu bagaje la experiencia de realizar un GR. Escríbenos a través del formulario de contacto. Y gestionaremos contigo la mejor opción.