22 Travesía Valle de Ezcaray

Nueva actividad organizada que me permite conocer rincones de nuestra geografía, en este caso peninsular, que hasta hace poco desconocía.

El pasado fin de semana recalé en Ezcaray, pueblecito riojano de poco más de 2.000 habitantes, los cuales nos prestaron sus montañas para una agradable y exigente ruta.

Pero vamos por partes…

La Asociación Cultural y Deportiva Amigos de Ezcaray organiza de forma anual una travesía que congrega a un millar de senderistas para recorrer, año tras año, los verdes prados y numerosos senderos que rodean el pueblo.Salida travesía

En esta ocasión se celebraba la edición número 22 de la travesía y el recorrido, que varía año tras año, se resumía en 30 kilómetros de distancia con un desnivel positivo de 1.500 m a realizar en un máximo de 10 horas.

A priori el tiempo era suficiente para realizar la salida y los 1.500 m de desnivel no suponían un problema para alguien acostumbrado al monte y a las rutas largas como cualquier gerrerista en forma que se precie.

La salida empezaba subiendo y no dejamos de hacerlo hasta aproximadamente el kilómetro 15.

Lo que me pareció muy curioso fue que todas y cada una de las empinadas subidas eran afrontadas por el personal en línea recta cuando yo era de las pocas inconscientes que las subía en zigzag… creo que eso de que la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos no se aplica en la montaña, ¿o sí?

Subida Ezcaray

El punto álgido de la ruta se conseguía al alcanzar el pico de Carmelo Díez, que con 1.824 metros se convertiría en la cima de la jornada tras varias subidas muy pronunciadas, largas y soleadas que conseguían acabar con las reservas de fuerzas, ilusiones y optimismo de cualquiera.

Hasta algo más de la mitad del recorrido, la ruta se realizaba bajo el sol de justicia que caía el pasado fin de semana, por lo que el conseguir alcanzar la cima se convertía en un hito doblemente satisfactorio.

En cuanto el sendero nos permitió alcanzar el cobijo de un impresionante hayedo, las fuerzas volvieron a nosotros y nos vinimos arriba, eso sí, dejando de lado el cambio de terreno, que al ser de bajada, propició algún que otro resbalón sin importancia.

Hayedo Ezcaray

El último tramo de la ruta se realizaba acompañando el cauce de un pequeño riachuelo, también a la sombra, con el aliciente del resbaladizo terreno junto a este, que por cierto, tuvimos que cruzar de lado a lado en innumerables ocasiones, hecho que añadía un plus de diversión al tramo.

La sorpresa de la jornada la provocó la aparición de una señal de GR que nos acompañó durante los últimos kilómetros, la cual no iba acompañada de ningún tipo de cartelería en el tramo que coincidió con la ruta que realizábamos. No obstante echando mano de la información en la web de SenderosGR, vemos que casi con toda seguridad correspondería a la etapa 2 del GR 93 que enlaza Ezcaray con San Millán de la Cogolla.

En cuanto a la organización, punto positivo por separar los controles de los avituallamientos, de esta forma se hacía más ameno y llevadero ir consiguiendo pequeños retos conforme avanzabas.

Mención aparte tiene el fin de fiesta, que junto a los obsequios que recibías al llegar a meta, te esperaban unas patatas a la Demanda que hicieron las delicias de los senderistas tras el esfuerzo realizado.

Amigos de Ezcaray, gracias por la oportunidad de conoceros, de conocer La Rioja, de conocer Ezcaray, como no, intentaremos regresar el año que viene para que nos dejéis descubrir otro pequeño tesoro de vuestro entorno. Este año, la Sierra de la Demanda ha dejado el listón muy alto, seguro que el año que viene el trazado no desmerece el viaje.

Como siempre, es una buena opción para gerreristas sin tiempo material para afrontar un GR entero y que desean no perder el contacto con ese terreno que nos atrae y nos llama de forma asidua.

2 Comment

  1. Dijeron que este año seria mas facil… Es preciosa y ademas, una de las mas duras que he realizado. Luego nos dicen a los vascos… A estos les da igual hacia arriba que hacia abajo. Organizacion perfecta!!! El año que viene nos vemos

  2. ¡Hecho! El año que viene nos vemos en la salida… o en meta 😉
    Por cierto, estaba lleno de vascos, sí, ahí la ‘extraña’ era yo jeje

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