Para los peregrinos, el día de llegada es siempre especial. Nosotros, que apenas habíamos realizado la etapa anterior, no tuvimos tiempo de generar esos sentimientos, así que encaramos la jornada con normalidad.
Tras un buen desayuno salimos de Moratalla por la carretera de Caravaca, aunque al pasar el puente sobre el río Benamor la abandonamos por la izquierda, evitando el tráfico. La retomaremos unos cientos de metros más adelante para finalmente abandonarla por un -casi- invisible canal sobre el canal del Taibilla.
Es aquí donde el trazado se pone interesante, ya que primero discurre entre un camino abovedado, entre pinos maduros, y a continuación sale a un gran espacio donde todo el terreno está sembrado de cereal, que por estas fechas (marzo) exulta de verdor. Las ondulaciones del suelo confieren al paisaje de una belleza sublime.
Abandonado este tramo incursionamos en terreno de monte, aunque la cercanía de carreteras y tendidos eléctricos (esto es, la presencia humana constante) ha propiciado que las zonas que pisamos no luzcan esplendorosas.
Las vistas de enormes torres de alta tensión y la proliferación de desperdicios, sobre todo junto al asfalto, afean este trozo del camino.
No obstante, encontramos algunos rincones bonitos, pero pronto llegamos a una cantera (probablemente lo más feo, estéticamente hablando, creado por el hombre).
La dejamos atrás y de nuevo nos adentramos en una zona de arbolado mucho más agradable, y en la que encontraremos algunas viejas casas de fin de semana.
En unos minutos daremos vistas a Caravaca y a su Santuario de la Santísima y Vera Cruz, presidiendo la ciudad santa. Esto no significa que hayamos llegado, nos queda algo más de una hora de agradable paseo.
Accedemos por el Barrio de Aranjuez, que toma nombre del barranco que cruzamos a continuación.
Ya estamos en el casco antiguo de Caravaca, que merece más de un día de recorrer sus calles, paseos, jardines, alamedas, monumentos, museos, iglesias, conventos, fachadas, escudos, rejas y mil ornamentos más que la embellecen.
Esta etapa es sencilla, corta (apenas 17 kilómetros), casi sin desnivel, y está bien señalizada. No es especialmente bonita, más allá de lo destacado líneas arriba, pero resulta perfecto para invertir todas nuestras energías en visitar Caravaca.
FICHA TÉCNICA:
FECHA REALIZACIÓN: 8 de marzo de 2015.
RECORRIDO: Moratalla-Caravaca de la Cruz.
DISTANCIA TOTAL: 17 kilómetros (aprox.).
TIEMPO: 3 horas y media.
DESNIVEL: 150 m. positivo (aprox.).
DIFICULTAD: Baja.
INTERESANTE: Las siembras de cereal; algunos rincones boscosos; Caravaca de la Cruz.
RECOMENDACIONES: Llevar agua y algo de comida. Aconsejable de septiembre a mayo, evitando los meses de mayor insolación.