Mientras el sendero GR-127 ‘Sendero del Segura’ se aproxima al abismo de la deshomologación, una gerrerista jienense ha querido compartir con nosotros su experiencia tras realizar esta ruta más allá de las marcas y del trazado original. Un relato en primera persona que dividimos en dos partes debido a su extensión.
Hola. Me llamo Susana y me gustaría recomendaros un trazado que realicé hace unos meses junto a mi compañero y a Vega, nuestra perrita. Este sendero es el GR-127 río Segura que, oficialmente discurre entre la población de Orihuela en Alicante y la presa del embalse del Cenajo (Albacete). Pero nosotros quisimos realizar todo el recorrido del agua, desde su nacimiento en Fuente Segura (Jaén), hasta la desembocadura en Guardamar del Segura (Alicante).
Una de las cosas que más me gusta es planificar el recorrido. Estudiar mapas, consejos, comentarios, “el wikiloc”, etc. Ya habíamos hecho algunas jornadas de GR’s por nuestra provincia, pero nunca nos llegamos a plantear un reto de, en principio, veinte días los tres. Así que queríamos tenerlo todo bien atado para no tener problemas durante nuestras vacaciones. Vacaciones que este año se habían retrasado por diferentes motivos.
Aprovechamos que por esas fechas el calor ya había bajado y que el recorrido no era demasiado exigente para nosotros (no contamos con mucha experiencia y además viajamos con la perra), para poner rumbo hacia las playas del sur de Alicante. Dicho y hecho. Convencimos a la chófer (mi madre) para que nos “acercara” a Fuente Segura y así dimos comienzo a la aventura. Lo primero que me sorprendió fue el mismo nacimiento; qué agua más pura brota. Es un entorno que se encuentra bastante antropizado, pero aun así, lo que se dice el nacimiento, es más bonito, por ejemplo, que el del Guadalquivir, que también se encuentra en este espacio natural.
Durante las siguientes jornadas seguimos avanzando por la Sierra de Segura y, como dice la niña del anuncio, “estoy in love” con esta sierra, porque no deja de ofrecer espacios espectaculares. El embalse de Anchuricas, Huelga Utrera, y la aldea de la Toba fueron espacios que se merecen como mínimo un fin de semana largo para descubrirlos en profundidad. Y cómo olvidarme de la primera “junta” del río Madera. Afluente que también se adentra en las profundidades de la sierra, pero con su nacimiento en dirección opuesta al Segura.
Una vez pasada la aldea de Casicas del Río Segura, la subida a Miller y el muro del embalse de Anchuricas, lo que nos encontramos es la siguiente gran junta, donde se encuentran el Segura y el Zumeta. Aquí el Segura cambia de dirección, camino del embalse de la Fuensanta… Vamos a seguir avanzando porque, si me enredo en esta zona, no terminaría de hablar de ella.
Unos días después del inicio, llegamos al municipio de Letur (Albacete), que también resultó ser un descubrimiento, no sólo por la localidad en sí, sino por las excursiones que nos contaron los vecinos que se podían realizar desde el mismo Letur. Sobre todo una en dirección al río Segura y que termina en un salto de agua. Hay que aclarar que el trazado que decidimos, durante varias jornadas, anduvimos un poco retirados del Río. En estas jornadas entre Letur y el embalse del Cenajo, creo que nos equivocamos al planear la travesía, pero tampoco encontramos nada que pudiera sustituir el plan trazado. El recorrido en este tramo discurría entre campos de cultivo de secano, alejados del Segura y del verde de las sierras. Únicamente nos sacaba de la monotonía alguna rambla y el valle del río Taibilla que ofrecía una vistas, de los montes donde nace, que desde la lejanía parecían interesantes.
Una vez llegados al muro de la presa del Cenajo, volvimos a entrar en contacto con el río, era una zona solitaria si exceptuamos la presa en sí. Seguimos avanzando y después de haber recibido apoyo logístico de la familia, accedimos a un espacio que parecía haberse quemado hace unos años, pero que a primera vista estaba recuperándose bastante bien. Tengo que contar también que aquí entramos en el recorrido oficial del sendero GR-127…
Hola!
Nosotros también lo hicimos, pero desde la desembocadura al nacimiento. Pensando que así dejábamos lo bonito para el final, y qué va… Todo el Río tiene su encanto, a pesar de que hay tramos muy deteriorados, es una pasada.
Vuestra primera parte (para nosotros la última) es naturaleza bestial, muy, muy chulo… Con la mala fama que tiene el Segura.