Los humanos no entendemos lo que supone convivir con las demás especies. La actitud conservacionista de control y modificación de la naturaleza impide tener una visión de conjunto de aquello que sólo obedece a sus propias leyes. En el pueblo de Cee, en la provincia de A Coruña, los lobos tienen asustados a sus vecinos porque, de vez en cuando, se presentan en su municipio para cazar.
En esta última ocasión, un lobo se llevó una pomerania de 4 años en una parcela de una vivienda particular. Y víctima de su angustia, pero sobre todo de su incomprensión con el mundo en el que vive, la dueña de la mascota declaró ante el reportero de La voz de Galicia: «estamos que no vivimos porque esto no es normal. Sabemos que el lobo es un animal muy protegido, pero a ver quién se atreve a vivir así. Los perros se matan cada noche a ladrar y la gente ya no saca sus animales con tranquilidad, porque tenemos mucho miedo, por los niños y por todos«.
Los vecinos del municipio reclaman soluciones a su problema, sin ser conscientes, dominados por la impotencia, que son los lobos los que tienen el problema, y los humanos los que deben darle solución por una cuestión básica de responsabilidad. Ha sido la invasión y alteración de sus hábitats, en favor del ganado, las que han llevado al lobo a una situación de emergencia. Ha sido su progresivo arrinconamiento el que ha llevado a su especie a cruzar unas fronteras que no entienden y que le han sido impuestas.
Desde 2010 se han reducido el número de ataques de lobos a ganado o mascotas en Galicia. Sin embargo, las noticias suelen obviar, en su focalización antropocéntrica, la información que atañe a esa otra parte, que son los lobos. Se da por sentado que al lobo, al ecosistema, hay que ponerle muros y frenar su existencia cuando éste pone en peligro nuestro modus vivendi. Pero ¿acaso no somos nosotros los intrusos? ¿no somos nosotros la verdadera amenaza? ¿Por qué no cambiamos nosotros?
Este breve documental pone de relieve uno de los descubrimientos científicos más importantes de los últimos 50 años: las cascadas tróficas, un proceso ecológico en el que el lobo puede jugar un papel fundamental para el bienestar de un ecosistema… Si se dejamos de entrometernos y de verlos como una amenaza.
Los humanos somos peores que las ratas estamos en todos lados, no respetamos el medio ambiente y no dejamos tener a los animales terreno ni alimento suficiente para ellos y para colmo los cazadores matan lobos que esto conlleva la división de la manada haciendo que los lobos ataquen por separado dando lugar a mas ataques.