«Las cosas de palacio van despacio». El optimista empedernido que parió este mantra, no tuvo que lidiar con un entramado burocrático tan emponzoñado de mezquindad como el actual. A diferencia de la tela de araña institucional que denunciara Larra hace ya dos siglos, en el que el individuo terminaba presa de la desesperación en su […]